Estas terapias tienen un enfoque interdisciplinario que va más allá de sesiones individuales.

Complementamos el tratamiento con asesoría de crianza para los padres y reuniones de seguimiento con los profesores escolares. Además, mantenemos una comunicación constante con los médicos y especialistas involucrados.

La colaboración y alianza entre padres, profesores y especialistas es vital para lograr los mejores resultados en el desarrollo y bienestar del niño o adolescente.

Se abordan temas como:

• Desarrollo de habilidades de autorregulación emocional.
• Mejorar la comunicación y las habilidades sociales.
• Manejo de la ira y la frustración.
• Construcción de la autoestima y la confianza.
• Afrontamiento de la ansiedad y el estrés.
• Ansiedad, miedos y fobia.
• Manejo del duelo.
• Depresión
• conflictos en la relación padres – hijos
• Déficit de atención
• Resolución de conflictos y mejora de relaciones interpersonales.
• Desarrollo de habilidades de resiliencia y afrontamiento.
• Mejorar la toma de decisiones y la resolución de problemas.
• Trabajar en la empatía y la comprensión emocional.

FRECUENCIA:

Las sesiones con los niños y adolescentes pueden tener una frecuencia de 1 a 2 veces por semana, dependiendo del diagnóstico inicial. A medida que se observen avances significativos, se podrá reducir la frecuencia a quincenal y, finalmente, a mensual u ocasional, con el objetivo de mantener los logros alcanzados y prevenir retrocesos en el progreso terapéutico.